
En 1836, llegó a Chile la expedición científica y comercial francesa, comandada por el Capitán Nicolás Vaillant a bordo de La Bonite. En esta expedición viajaban los pintores Barthélemy Lauvergne y Theodore Fisquet, como también el pintor e ingeniero hidrográfico Stanislas Darondeau. De Theodore Fisquet (1813-1890) se puede apreciar una acuarela sobre papel, Casas de Valparaíso, de 1836, una vista detallada de las construcciones del puerto y de sus habitantes. De la misma forma Stanislas-Henri-Benoit Darondeau (1807-1841) recogió un instante de la vida cotidiana del puerto en su dibujo Valparaíso, del mismo año, con una vista de los cerros de la ciudad, con las casas colgando de sus laderas, además de los tipos populares que deambulan por sus calles. Resultado de la misma expedición, fue la litografía Aduana de Valparaíso, dibujo de Theodore Auguste Fisquet y litografía de Louis Philippe Alphonse Bichebois (1801-1850), con figuras de Adolphe Jean Baptiste Bayot (1810-1866). 37 Tanto Bichebois como Bayot fueron artistas litográficos de gran importancia en Francia, quienes trabajaron para la casa Lemercier de París.
La litografía de Fisquet muestra en un primer plano personajes del puerto en sus actividades y atrás el edificio de la aduana, como telón de fondo, los cerros y sus construcciones. Esta representación es una convención, ya que en una misma imagen se trata de mostrar varios aspectos. Según la especificación de la litografía, tanto el edificio como el paisaje fueron realizados por Fisquet, los personajes fueron obra de Bayot, por lo que nos encontramos con un caso de una obra colectiva, en función de producir una representación.
Fisquet y Lauvergne fueron artistas que formaron parte de las expediciones científicas. Todos estos artistas, pintores, dibujantes, bocetistas y grabadores, o artistas aficionados como se denominaban, se alejan ciertamente, del sentido que daban a sus obras los pintores más tradicionales, en términos del concepto de obra de arte. Los artistas viajeros, que eran empleados para tales fines, debían darle a sus representaciones la fidelidad de la naturaleza y un carácter científico a sus obras, en el sentido más estricto, sin tener sus trabajos un carácter de creación artística, ya que debían ajustarse a las convenciones establecidas.
fuente : Museo Histórico Nacional
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